1.- DEFINICIÓN. ¿QUÉ ES?
La fascia plantar es el tejido conectivo triangular, grueso y ancho, situado debajo de la piel de la planta del pie, que actúa de soporte del arco del pie y facilita el movimiento del mismo, así como absorbe el impacto en actividades como andar o correr y libera energía elástica.
El término “fascitis plantar” significa lesión inflamatoria de la fascia plantar. Pero… Cuando los científicos estudiaron la lesión no encontraron células inflamatorias, sino degeneración fascial, por lo tanto, teniendo en cuenta que el sufijo “-osis” significa degeneración, y que el sufijo “–itis” significa inflamación, este trastorno se debería llamar “fasciosis plantar”.
Es una lesión por sobreuso causada por exceso de estrés en el pie, anomalías biomecánicas del pie o ambas. La tracción repetida a la que es sometida la fascia plantar al caminar o correr puede conducir a micro-roturas y, por tanto, lesión.
2.- LOCALIZACIÓN. ¿DÓNDE APARECE?
Proximal: cuando existe en el calcáneo (hueso que da forma al talón).
Central: cuando se encuentra en el arco plantar del pie.
Distal: bajo los dedos (ésta es menos frecuente).
3.- FACTORES PREDISPONENTES. ¿QUÉ PUEDE FAVORECER QUE APAREZCA?
- Más frecuente en personas entre 40-60 años, con mayor incidencia en mujeres.
- Deportistas o empleados que requieran estar de pie (carteros, enfermeros, bailarines).
- Sobrepeso: el pie tiene que soportar el exceso de carga por el peso, lo cual aumenta la tensión de la fascia, llevando a degeneración y dolor. La obesidad e está presente en el 70% de los pacientes con fasciosis plantar.
- Embarazo: debido al exceso de peso y a factores hormonales.
- Calzado inadecuado: Los zapatos de tacón acortarán el tendón de Aquiles y esto se traducirá en más estrés sobre la fascia plantar; las chanclas, porque los pies no tendrán suficiente apoyo y pueden pronar excesivamente y esto causar un estiramiento excesivo y continuo de la fascia plantar; y el calzado viejo, por la misma razón que las chanclas.
- Entrenamiento físico inadecuado:
- Incremento excesivo de la intensidad y dosis, hay que respetar la progresión en los entrenamientos, ya sea al comenzar un nuevo deporte, o al volver tras un periodo de inactividad. (Demasiadas cuestas, superficies duras, demasiada resistencia..)
- Déficit de flexibilidad y fuerza de los músculos flexores plantares (músculos de la planta del pie), y de los flexores y extensores de del pie (músculos de la pierna).
- Factores anatómicos y biomecánicos:
- Pies planos, pies cavos (arco pronunciado) o un patrón de la marcha anormal afectan a la forma en que los pies soportan el peso, añadiendo estrés en la fascia plantar.
- Espolón calcáneo y limitación de la extensión de la articulación metatarsofalángica del primer dedo (movimiento del dedo gordo del pie hacia arriba)
- Disminución de la dorsiflexión de tobillo (puntera hacia arriba). La marcha normal requiere un mínimo de 10 ° de dorsiflexión. Si no, el pie compensa con una pronación excesiva y el consecuente aumento de la tensión de la fascia plantar.
- Pronación excesiva del pie, causa un estrés continuo de la fascia y, por lo tanto, dolor. Aparentemente un 81-86% de personas con fasciosis plantar pronan en exceso, aunque hay mucha controversia en ello.
- Continuo acortamiento de los músculos de la planta del pie. Por ejemplo, conducir durante largos períodos de tiempo.
- La fasciosis plantar está a veces relacionada con enfermedades que cursan con artritis (inflamación de las articulaciones), tales como la artritis reumatoide, la enfermedad de Reiter o la espondilitis anquilosante.
4.- SIGNOS Y SÍNTOMAS. ¿QUÉ OCASIONA?
- Dolor y rigidez: Pueden desarrollarse gradualmente, o de repente después de una actividad intensa, inicialmente puede ser difuso y su localización difícil para convertirse en un dolor fácilmente localizable. Son más severos con los primeros pasos después de levantarte de la cama o tras estar sentado durante un tiempo prolongado, pero va disminuyendo conforme avanza el día, pudiendo llegar a empeorar al final de éste. No duele por la noche. Es posible que el dolor aumente con la flexión dorsal de los dedos del pie (movimiento de los dedos hacia arriba), ya que se estira la fascia plantar o se le hace trabajar. Habrá dolor al palpar el área lesionada.
- Parestesias: (sensación de hormigueo u otras formas de alteración de la sensibilidad) es poco común, aunque a veces ocurre.
- Ocurre generalmente de forma unilateral (afecta a un pie), pero a veces se presenta en ambos pies, siendo común en las enfermedades reumáticas.
- Pobre flexibilidad del tendón de Aquiles.
5.- DIAGNÓSTICO DE FISIOTERAPIA.
Los puntos a considerar son (según la American Physical Therapy Association (APTA):
- Correcta anamnesis y exploración exhaustiva que en la que aparezcan los signos y síntomas explicados anteriormente.
- Anormal “índice de postura del pie”. Este índice es una herramienta clínica diagnóstica que permite cuantificar el grado de posición neutra, pronación o supinación del pie.
- Alto índice de masa corporal (IMC) en población no deportista.
- «Windlass test» positivo. Es un modelo mecánico que describe la manera en que la fascia plantar sostiene el pie durante las actividades de soporte de peso y proporciona información sobre las tensiones biomecánicas colocadas en la fascia plantar. Existe controversia en cuanto a este test.
- Tests del túnel tarsiano negativos, es decir, valorar que no exista compresión neuropática del nervio tibial ni de ninguna de sus ramas en su paso por el retináculo flexor.
- Test diagnósticos especiales: valoración de la postura estática, valorar el comportamiento durante una media sentadilla y durante la elevación del talón para observar anormalidades.