Al mover la cabeza en una dirección en los movimientos cotidianos, los ojos deben de moverse de forma refleja a la misma velocidad pero en dirección contraria al movimiento de la cabeza. Este mecanismo nos permite estabilizar la mirada en los movimientos cotidianos y se consigue gracias a la integridad del reflejo vestíbulo ocular.
Las personas que padecen vértigos, mareos o inestabilidad pueden tener una alteración en el reflejo vestíbulo ocular por un déficit de función unilateral o bilateral y es de suma importancia para su recuperación detectarlo y cuantificarlo.
El vHIT consta de una gafa ligera de unos 60 gramos que tienen incorporado un acelerómetro para detectar los movimientos de la cabeza del paciente y una cámara de alta velocidad. Mediante un software muy avanzado nos permite evaluar y cuantificar de forma objetiva el reflejo vestíbulo ocular. Además, el software nos permite ver la respuesta al tratamiento de este reflejo y cuantificar la evolución y el grado de compensación.
