Consiste en un método propioceptivo para tratar los músculos perineales y las disfunciones del suelo pélvico a través de la postura. Se utiliza el pie como vía de entrada de información al estar la persona descalza sobre un tronco de madera con unas dimensiones específicas, lo cual permite hacer pequeñas regulaciones posturales poniendo en juego las fibras tónicas perineales, permitiendo su despertar a la vez que su tonificación.
A través del mismo también se tratan los músculos abdominales y se reequilibran las tensiones musculares de todo el cuerpo, principalmente diafragma y músculos de la esfera pélvica. Fomenta el estímulo de la cadena de enderezamiento y por ello la gestión de las presiones toraco-abdominales.